Durante mi época de universitario en la Facultad de Psicología, estudié uno de los condicionamientos que producen en animales, más concretamente en ratones, la Indefensión Aprendida.
Recuerdo como el profesor de Psicología del Comportamiento ni explicaba un experimento bastante simple y que utilizaba todos los elementos típicos de la Psicología Experimental en animales: ratones, jaulas y electricidad.
Los ratones eran introducidos en una jaula, electrificada como no podía ser de otra forma. El experimentador conectaba la electricidad, y el ratón recibía una descarga.
Los ratones tenían una palanca que podían accionar.
Hasta aquí, todo igual para todos los ratones, pero a partir de aquí, para alguno de los ratones la palanca servía para la finalización de la descarga y en otros no servía para nada.
En el primero de los casos, los ratones aprendían a defenderse y parar la descarga eléctrica, en el segundo de los casos los ratones aprendían a que independientemente de su comportamiento no podían defenderse. Habían aprendido que estaban indefensos.
Los primeros, a pesar de recibir descargas eléctricas continuas, mostraban un comportamiento activo, pulsando la palanca intuyendo y confiando que esta acción daría lugar a la finalización del castigo.
Los segundos, sin embargo, cada vez estaban más inmóviles y en un rincón, intuyendo que hiciesen lo que hiciesen, la descarga seguiría o no, independientemente de sus acciones.
En el experimento, estos segundos ratones son introducidos en las cajas en las que apretando la palanca podrían salir. Pero como habían aprendido a que estaban indefensos no probaban la palanca u otra medida de escape, y se quedaban quietos recibiendo las descargas
Visto así, todos podemos pensar que esto es cosa de animales, y que a los humanos esto no nos pasa. Además, esto es un experimento de psicólogos con animales.
En mi experiencia profesional y laboral en empresas de diferente tipo, me ha demostrado que este tipo de condicionamiento está muy presente en los centros de trabajo, que a modo de jaulas contienen a los empleados como ratones y la electricidad es el comportamiento de otros empleados (jefes, compañeros y colaboradores).
Cuando observo la vida de real, ¿Qué es lo que nos enseña el experimento? y lo que es mejor, ¿cómo podemos aplicar esto que aprendemos?
Desde mi punto de vista, el experimento nos indica que hay que buscar la salida en todo momento, aunque las condiciones sean muy adversas y en segundo lugar, que las circunstancias son cambiantes, y que debemos estar atentos y aprovechar la oportunidad.
Si nos mantenemos inactivos, no probamos alternativas o simplemente nos dejamos llevar, difícilmente cambiaremos nuestro entorno y con ello nuestro futuro.
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